
¿Cómo se llaman los servicios de salud de las comunidades autónomas?
Región/ciudad autónoma barcelona
Contents
La sanidad es una de las cuestiones más importantes que hay que resolver cuando uno se muda al extranjero. A menudo es también una de las más confusas. España ofrece una excelente asistencia sanitaria pública para los que cumplen los requisitos, y para los que prefieren optar por la privada o no cumplen los requisitos para la pública, hay muchas opciones asequibles.
El sistema sanitario público de España tiene muy buena reputación y, en general, se considera tan bueno o mejor que el de cualquier otro país europeo. El país tiene la sexta tasa de médicos por habitante más alta del mundo (4,95 por cada 1.000 personas), según la Organización Mundial de la Salud. El 40% de los hospitales del país son de titularidad pública y el resto privados.
La sanidad pública española funciona de forma contributiva, lo que significa que para que usted y las personas a su cargo puedan acceder a ella deben estar cotizando a la Seguridad Social. Cada comunidad autónoma gestiona su sistema sanitario local: la autoridad sanitaria local de Cataluña se llama CatSalut.
Ciudad autónoma gran canaria
Cada Comunidad Autónoma cuenta con un Servicio de Salud, que es la estructura administrativa y de gestión que comprende todos los centros, servicios y establecimientos de la región, las diputaciones provinciales, los ayuntamientos y cualquier otro órgano administrativo de la región.
Tras el traspaso de las competencias sanitarias, todas las CCAA son responsables de la asistencia sanitaria en sus regiones. En las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, la Administración Central del Estado sigue gestionando la asistencia sanitaria a través del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA).
En España, la asistencia sanitaria está garantizada por el SNS, financiada por el Estado, a las personas que tienen la condición de asegurado o beneficiario de un asegurado. Tienen la condición de asegurado las personas que se encuentran en alguna de las siguientes situaciones:
En aquellos casos en los que no se dé ninguna de las situaciones anteriores, los nacionales de España o de un Estado miembro de la UE, del EEE o de Suiza que residan en España, así como los extranjeros autorizados a residir en territorio español, podrán ostentar la condición de asegurado siempre que acrediten no tener ingresos anuales superiores a 100.000 euros. Tienen la condición de beneficiarios de un Asegurado -siempre que residan en España- el cónyuge o persona con análoga relación de afectividad, el excónyuge a cargo del Asegurado y los descendientes o asimilados a cargo del Asegurado menores de 26 años o con una discapacidad igual o superior al 65%.
Comunidades autónomas
En España, una comunidad autónoma es una división política y administrativa de primer nivel, creada de acuerdo con la Constitución Española de 1978, con el objetivo de garantizar una autonomía limitada de las nacionalidades y regiones que componen España[1][2][3].
España no es una federación, sino un país unitario descentralizado[4][5].[1] Si bien la soberanía recae en la nación en su conjunto, representada en las instituciones centrales de gobierno, la nación ha transferido, en grados variables, el poder a las comunidades, las cuales, a su vez, ejercen su derecho de autogobierno dentro de los límites establecidos en la constitución y en sus estatutos de autonomía[1] Cada comunidad tiene su propio conjunto de competencias transferidas; normalmente, aquellas comunidades con un nacionalismo local más fuerte tienen más competencias, y este tipo de transferencia se ha denominado asimétrica. Algunos estudiosos se han referido al sistema resultante como un sistema federal en todo menos en el nombre, o una “federación sin federalismo”[6].
Hay 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas que se conocen colectivamente como “autonomías”[i] Las dos ciudades autónomas tienen derecho a convertirse en comunidades autónomas, pero ninguna lo ha ejercido todavía. Este marco único de administración territorial se conoce como “Estado de las Autonomías”[ii].
Asistencia sanitaria en España
La intervención pública en los problemas de salud colectiva siempre ha sido de interés para los gobiernos y las sociedades, especialmente en el control de las epidemias mediante el establecimiento de cuarentenas navales, el cierre de las murallas de las ciudades y la prohibición de viajar en épocas de peste, pero también en cuanto a medidas higiénicas y paliativas. Al-Andalus -la España medieval gobernada por los musulmanes- se distinguió por su nivel de conocimientos médicos en relación con el resto de Europa, especialmente entre los médicos de la Edad de Oro de la cultura judía en España. En los años posteriores a la Reconquista, el Real Tribunal del Protomedicato reguló la práctica de la medicina en España y en sus colonias. Sin embargo, el sistema de facultades de medicina en las distintas universidades estaba muy descentralizado. La cirugía y la farmacia estaban bastante separadas de la medicina y gozaban de mucho menos prestigio; los sistemas de Galeno e Hipócrates dominaron la práctica médica durante la mayor parte de la época del Antiguo Régimen.
La medicina fue uno de los principales campos de actividad de los novatores de finales del siglo XVII, pero sus iniciativas fueron individualizadas y localizadas. Existe una cierta continuidad entre sus trabajos y los más amplios del Siglo de las Luces, como los del Colegio de Cirugía de San Carlos en Madrid. A principios del siglo XIX, la Expedición Balmis (1803) para administrar la vacuna de la viruela en todas las colonias españolas fue una empresa de salud pública de un alcance geográfico sin precedentes.