
¿Cómo distribuir las tareas de la casa?
Dividir las tareas domésticas
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Cuando tú o tu pareja no estáis contentos con el reparto de las tareas domésticas, el nivel de estrés en el hogar puede aumentar enormemente. Si preguntas a las mujeres cuál es su principal fuente de estrés, muchas responderán que es el hecho de que sus maridos no quieran hacer su parte de trabajo en la casa.
El matrimonio es una asociación que incluye las tareas prácticas del hogar. Eso significa llevar los registros financieros, el mantenimiento del hogar, las compras, la planificación, la limpieza, la cocina, el cuidado de los niños, el transporte, etc. Cuando los aspectos prácticos funcionan bien, hay más paz y armonía.
Sin embargo, si los amigos llegan y la casa está desordenada, o si no hay ropa limpia que ponerse, o si llueve mucho y el tejado con goteras no se ha arreglado por culpa de la procrastinación, entonces crecen las irritaciones. Los malentendidos afloran y puede surgir un conflicto.
El mayor error que puedes cometer en tu intento de que tu pareja haga más tareas en casa es pedir ayuda. Pedir ayuda implica que la responsabilidad de las tareas es sólo tuya. En realidad, las tareas son responsabilidades compartidas, y hacer un buen reparto de las tareas domésticas es esencial para garantizar un matrimonio feliz. He aquí cómo hacerlo.
Tareas diarias
Aunque suene ridículo, cuando las personas tienen problemas para distribuir las tareas de la casa, a veces se produce una familia infeliz y peleada. Sea cual sea la familia, ya sean dos personas con o sin hijos, la dedicación al mantenimiento de su hogar no debe ser del ochenta por ciento para una persona y del cinco o diez para el resto. Todos deben dar el cien por cien de sí mismos, y todo será mucho más fácil. Esto, por supuesto, no se convierte en un problema matemático. No hace falta que añadas más personas a tu familia, puedes tener tan pocos hijos como quieras y tantos compañeros…. o compañeros de casa que desees.
Para empezar, reúne a todos en una reunión familiar. Coge un bloc de notas, abre una hoja de cálculo en un dispositivo móvil o en tu ordenador portátil y empieza a hablar de las tareas. Enumera todas las tareas que se suelen hacer en casa, incluidos los recados. Añade también las pequeñas cosas, como sustituir el papel higiénico, llenar la bandeja de hielo y encender el calentador de agua. Haz que todos empiecen a lanzarte tareas (en sentido figurado) y anótalas. Después, añádelas todas en una hoja de cálculo y trabajad juntos para averiguar si todo está bien o hay que añadir algo y, cuando todo esté completo, imprime la hoja de cálculo y dale una copia a todo el mundo.
Yo hago todas las tareas de la casa
Si te espera una larga lista de tareas domésticas y simplemente no puedes hacerlas por ti mismo, es hora de que consigas ayuda. Aparte de reservar la limpieza regular de la casa en Point Clear, asignar tareas a los miembros de tu familia también es una gran solución.
Limpiar con tu familia puede no sonar como la forma ideal de pasar tiempo con tus seres queridos, pero en realidad puede ser divertido. Además, obtendrás una ayuda muy necesaria en las tareas de limpieza que hay que hacer a diario, sobre todo si necesitas terminar tus tareas domésticas rápidamente.
Por supuesto, es posible que tu familia no esté dispuesta a colaborar, así que tienes que aprender a asignar las tareas domésticas de forma eficiente y justa. También te puede resultar útil obtener algunos consejos para motivar a tu marido a limpiar, así como a los más pequeños.
Lo primero es lo primero, no pienses que mantener un entorno doméstico limpio es sólo tu responsabilidad. Todos los que viven en tu casa son responsables de mantenerla fresca, limpia y saludable, incluidos tus hijos.
De hecho, enseñar a tus hijos a limpiar lo que ensucian y a ayudarte con las tareas domésticas es una forma estupenda de enseñarles a ser responsables. Si aprenden a ordenar de vez en cuando aunque no les apetezca, desarrollarán un sentido de la responsabilidad que les puede beneficiar mucho más adelante.
Cuadro de reparto de tareas domésticas
Todas las parejas, jóvenes o mayores, ricas o pobres, se enfrentan a un conjunto de tareas prácticas que deben realizar, ya sea la gestión de las finanzas, el corte del césped, la organización de la vida social o el cuidado de los familiares mayores. Tradicionalmente, la mayor parte de este trabajo lo realizaba la esposa que no tenía un trabajo fuera de casa. Las parejas actuales con doble carrera se enfrentan al reto de acordar cómo repartir este papel tradicional de “esposa” entre ambos. Cuando las parejas de 20 y 30 años están en su periodo de luna de miel, suelen tener pocas responsabilidades y una vida relativamente sencilla. Durante este periodo, su carga logística es ligera y rara vez es un punto de fricción.
En los últimos años, la idea de un matrimonio 50:50, en el que las parejas se esfuerzan por dividir todas las tareas por igual, ha captado nuestra imaginación colectiva. Aunque es un ideal noble, he comprobado que las parejas que negocian bien la logística -es decir, que están contentas con la división del trabajo, no se resienten y pueden seguir avanzando en sus carreras- son las que dividen las tareas deliberadamente, pero no necesariamente a partes iguales.